Lo que me faltaba es el nombre de mi web, que me ha parecido gracioso y muy acorde con las mil peripecias diarias que me ha tocado vivir. ¡Y lo llevo con una gran sonrisa!
¡Hola! Soy Ana Eslara. Vale, lo has acertado. Ana Eslara es un seudónimo. He elegido publicar con este bonito nombre debido a mi profesión, para no mezclar unas cosas con otras.
Y lo cierto es que nunca pensé que mi vida me llevaría a convertirme en cuidadora a tiempo completo de mis padres, pero aquí estoy, en el que ha sido mi mayor desafío, y, curiosamente, también una de mis mayores fuentes de aprendizaje.
De profesión, soy especialista en marketing digital; de vocación, fui una trotamundos. Sin embargo, en este momento de mi vida, me considero una auténtica experta en la búsqueda de objetos perdidos… en especial, mandos de televisión, gafas y llaves.
Mi día a día es una montaña rusa de emociones y situaciones que oscilan entre lo absurdo y lo conmovedor. Entre darles de comer, esconder cosas peligrosas y vivir en el caos, he aprendido que el único manual de supervivencia que realmente funciona en estos casos es el humor.
Porque en el amor, en la demencia y en el Alzheimer, todo es posible. Y para enfrentar lo inesperado que trae cada día, la risa es mi mejor aliada.
En mis libros comparto mis vivencias con sarcasmo y sinceridad, navegando los altos y bajos de cuidar a quienes una vez cuidaron de mí. Son una especie de diario donde el sarcasmo y la empatía se encuentran, donde comparto mis historias y reflexiones, recordándome y recordándoles que, aunque a veces las situaciones parecen sacadas de una comedia absurda, el amor siempre encuentra la forma de salir adelante… aunque esté escondido en el microondas.
También escribo cuentos para personas mayores que, según me dicen, son perfectos tanto para mayores con deterioro cognitivo en las primeras etapas, como para las maravillosas personas que los cuidan.
Y muy pronto (eso espero, si la vorágine diaria me lo permite), publicaré libros con diferentes actividades para nuestros mayores, con sopas de letras, dibujos para colorear, asociaciones de objetos, etc., perfectos para estimulación cognitiva, es decir, para activar y potenciar su memoria.
Tanto los cuentos como las actividades han funcionado maravillosamente en mi familia, así que… ¡no te los pierdas!
Si estás aquí para reír, suspirar o simplemente sentir que no estás solo en esta odisea, te doy la bienvenida y te agradezco mucho que hayas llegado hasta aquí. Considérate en tu casa.